Abg.
José Gregorio Rodríguez Mogollón
Cronista
Oficial de la Universidad Centroccidental
Lisandro Alvarado y Cronista Masón
Abg. José Gregorio Rodríguez Mogollón
Nuestro sabio tocuyano nació en 1858, en los albores de la más larga guerra civil venezolana. En el año 1866 comenzó sus estudios en el Colegio "La Concordia" de El Tocuyo, regentado por el gran maestro Egidio Montesinos, en el cual recibió una exigente formación intelectual. Ya siendo Bachiller en Filosofía, graduado en Trujillo, aspiraba a estudiar Medicina en la Universidad de Caracas, logrando en 1884 el título de Bachiller en Ciencias Médicas y poco después, el de Doctor en Medicina.
Su curiosidad científica e intelectual lo llevó a incursionar en otras disciplinas como el Derecho, Botánica, la Antropología, Zoología, Cálculo e Historia. Además publicó sobre literatura (cuentos, poesía) e historia en el Cojo Ilustrado. Dominó el francés, hebreo, latín, italiano, alemán y árabe, además de lenguas indígenas. Ejerció como diplomático en Gran Bretaña. Fue designado miembro de varias Academias (Medicina, de la Lengua y de Historia). Su obra ha sido recogida en varios volúmenes entre los que destacan el Glosario del bajo español de Venezuela (dos tomos), Glosario de voces indígenas y la Historia de la Revolución Federal en Venezuela, entre otras.
Lisandro Alvarado, maestro masón, por cierto, y gran promotor de la masonería en nuestro estado Lara, tuvo una gran influencia del positivismo, en boga, en su tiempo. Quiso ser profundamente venezolano, profundamente larense. Y se fue hacia nuestras raíces, al estudio del pasado indígena, dejando como legado, una cantidad respetable de artículos, y su famoso trabajo “Glosario de Voces Indígenas de Venezuela”, referencia obligatoria para estudios no solo lingüísticos, sino también etnológicos. Siendo un científico errante, por nuestro territorio, sorprendió al morir a quienes revisaron sus baúles. Esperaban un desorden, pues no. Fue un científico e intelectual muy organizado.
Muchos investigadores sobre toponimia, acude a su obra escrita, es referencia obligatoria, y es de hacer notar, que al revisarla, observamos una gran influencia en ella, de los fitotopónimos, sobre todo, viniendo de él esos estudios, discípulo de grandes botánicos.
La Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado le ha hecho un gran servicio al país, al publicar sus obras. La universidad , y esto es fundamental, debe privilegiar la investigación sobre nuestras raíces indígenas (lengua, manifestaciones culturales, agronomía, gastronomía, entre otras), incluyéndolo en los pensa en aquellas carreras de pregrado y estudios de posgrado , en los que se pueda ajustar. Y tenemos en la obra de Lisandro Alvarado, una fuente fundamental. Así, lograríamos un egresado profundamente venezolano, como lo quiso ser Lisandro Alvarado.
Nuestro personaje indagó, en pueblos y caseríos de nuestra geografía larense y venezolana, sobre palabras indígenas. Cruzaba correspondencia con conocedores y aficionados sobre el tema, con científicos que al igual que él, estaban en esa búsqueda de su identidad. Revisaba restos humanos de cementerios indígenas descubiertos, los describía minuciosamente, los clasificaba, los comparaba. Y publicaba sus trabajos, porque lo importante era compartir ese conocimiento.
No podríamos referirnos a los estudios de la cultura ancestral en nuestra región, sin indagar en la obra de Lisandro Alvarado, un científico que perteneció a un tiempo de convulsiones políticas, en un país rural, empobrecido, pero que no perdió su norte, el de aportar científica e intelectualmente lo que tuvo a su alcance, para forjar un país, con salud, educación, conocedor de su historia, de su cultura, para el fortalecimiento de su memoria e identidad.
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